martes, 3 de junio de 2008

Yo no tengo la culpa

Yo no tengo la culpa de que el se haya muerto. Yo no soy culpable de tu infelicidad. Yo no puedo ser tu madre, no puedo sostenerte, no puedo ocuparme de tu vida. Y no sólo no puedo hacerlo, sino que no debo, no es mi tarea.
Sólo vos podes levantarte. Tu realidad es la soledad. Aunque duela escucharlo, o parezca feo decirlo, es así, es lo que hay. La soledad es parte de tu vida ahora, y tenés que aprender a convivir con ella te guste o no, porque no hay otra opción. Tus hijos no tienen porque ocupar lugares que no les corresponden, no sos una invalida.
¿Pensás que yo no estoy sola tambien? ¿Pensás que la muerte golpeo solo a tu puerta? ¿Qué solo a vos te arranco una parte de la vida? ¿Pensás que solo vos evitas llorar adelante de los demás para no herir? ¿Creés que sós la unica que sufre? Estás tan metida en vos que sos incapaz de ver que a los demás nos pasa lo mismo. Sos incapaz de ver que yo tambien estoy sola, mucho mas sola que vos a veces, y sin embargo camino, sigo adelante, me levanto.
Yo ya no puedo sostenerte ni acompañarte más. No es mi tarea. Me cansaste, me canse de mendigar cosas que no podes dar. Tengo que abrirme, necesito abrirme. Mi soledad se hará mas patente, seguramente, pero yo la asumo como mi realidad de hoy. Y no como martir como decis vos, sino como algo que Dios quiere que yo viva. El sabrá porque lo hace, y yo acepto su pedagogía. Vos deberías hacer lo mismo.

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